El miércoles 25, el camarógrafo Miguel Lo Bianco (Reuters) fue atropellado por un policía motorizado mientras realizaba la cobertura de la marcha de jubilados en las inmediaciones del Congreso Nacional. Según las imágenes registradas, el agente avanzó sobre el trabajador de prensa, que incluso tenía una escalera pequeña para poder hacer mejores tomas, y lo llevó por delante mientras este intentaba documentar el operativo. Como consecuencia del impacto, Lo Bianco cayó al piso.
Durante la misma cobertura, el fotógrafo Damián Dopacio (NA) y la cronista Maru Malpeli (IP) fueron algunos de los trabajadores de prensa que sufrieron las consecuencias del gas pimienta arrojado por las fuerzas de seguridad en forma dirigida y a pocos centímetros de distancia. “Cuando comenzaba la marcha que primero se da sobre la vereda en la puerta del Anexo de Diputados, hubo un movimiento muy grande del cuerpo de choque de Gendarmería con un triple cordón sobre la esquina y además con un megáfono nos corrían a los periodistas directamente”, detalló Malpeli cuando pudo recuperarse del gas.
«Estábamos caminando por la vereda cuando de repente un prefecto nos tiró gas pimienta de cerca. Algo incomprensible. Una locura absoluta», relató Dopacio.
Como en otras oportunidades, FOPEA repudia cualquier acto de violencia contra periodistas en el ejercicio de su labor. La cobertura de manifestaciones y protestas es un pilar fundamental del derecho a la información de la ciudadanía. Es responsabilidad del Estado brindar condiciones adecuadas y concientizar a las fuerzas de seguridad de no obstaculizar la labor y garantizar la integridad de los trabajadores de prensa.
FOPEA registra el hecho como agresión por parte de las fuerzas de seguridad en el marco de una cobertura en un lugar público.