El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) manifiesta su profunda preocupación por la repentina desvinculación del periodista Marcelo Longobardi como conductor del programa «Esta Mañana» en Radio Rivadavia, y por la posibilidad de que dicha decisión esté vinculada a presiones externas relacionadas con su labor profesional y su postura crítica hacia el gobierno nacional.
De acuerdo con el relato realizado por el propio Longobardi al Monitoreo de Libertad de Expresión de FOPEA, el periodista recibió una carta documento de despido después de haber presentado en su programa información sobre el nuevo director de la DGI, Andrés Vázquez, quien enfrenta denuncias por no haber declarado bienes en el exterior. Según señaló Longobardi, su desvinculación no obedece a las razones formales alegadas por la emisora, como la falta de presencialidad o el bajo rating, sino a posibles “presiones externas” motivadas por sus opiniones críticas.
Longobardi aclaró que, al momento de su contratación, su residencia mayoritaria en Estados Unidos era conocida por la empresa, y agregó que otro colega de la emisora conduce su programa de manera remota. Además, no existe en su contrato una cláusula que obligue a la presencialidad.
Por su parte, Radio Rivadavia sostuvo en un comunicado que la desvinculación respondió al bajo desempeño del programa en términos de audiencia, así como a una “decisión artística” de cara a un nuevo proyecto de streaming que exige presencialidad. Según palabras del gerente de Contenidos, Jonatan Andreani, no hubo contacto con el gobierno en torno a este caso.
FOPEA destaca que el Monitoreo tomó contacto tanto con Marcelo Longobardi como con representantes de la emisora para recoger diversas perspectivas sobre lo sucedido. Sin embargo, las circunstancias de la desvinculación unilateral, sumadas a las recientes declaraciones de Longobardi respecto a estar bajo «presiones externas», plantean una razonable sospecha de condicionamientos a la libertad de expresión y al ejercicio profesional del periodismo en este contexto.
FOPEA registra el caso como «Terminación de contrato en radio o televisión por presiones externas» y recuerda que cualquier tipo de presión sobre los medios y los periodistas en razón de los contenidos emitidos constituye una grave amenaza a la democracia y al derecho ciudadano a recibir información veraz e independiente. Instamos a todas las partes a garantizar condiciones de plena libertad para el ejercicio del periodismo en el país, sin injerencias externas ni censura directa ni indirecta.