El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) deplora las agresiones personales a periodistas y los daños producidos a sus elementos de trabajo por parte de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, durante la represión de la marcha de jubilados que se produce desde hace meses cada miércoles frente al Congreso de la Nación.
El fotógrafo Rodrigo Abd, de la Agencia AP y premio Pulitzer, recibió el fuerte impacto de un chorro de agua de un carro hidrante, que mojó también su cámara. Lula González y su colega de El Destape también fueron alcanzados por el fuerte chorro de agua, disparado directamente hacia la prensa. Nicolás Suárez, fotógrafo de La Nación, recibió gas pimienta en el rostro. La Policía porteña rompió además el micrófono al colega de Crónica Emmanuel Herrera, quien debió realizar su reporte por teléfono. En los videos se observa que al menos otra reportera gráfica, cuyo nombre no trascendió, también fue afectada por el gas pimienta disparado a corta distancia hacia su rostro.
FOPEA expresa su solidaridad con los colegas que realizan una valiosa tarea de relevamiento directo y cobertura callejera en temas de indudable interés ciudadano y exige a las autoridades del Congreso Nacional y de la Ciudad de Buenos Aires que garanticen el desempeño de los periodistas y reporteros gráficos en ámbitos públicos como requisito indispensable para que puedan desarrollar su labor en forma pacífica y segura.
La cobertura callejera puede tener riesgos imponderables, que los colegas conocen y asumen. Pero la agresión directa e intencionada contra periodistas y reporteros gráficos es una falta grave a la libertad de expresión de los propios colegas y de la ciudadanía en general. Nada justifica las acciones registradas.
FOPEA exige que las fuerzas de seguridad reciban capacitación y adiestramiento adecuado para respetar y garantizar el trabajo de la prensa.