En la noche del sábado 19 de abril, el presidente Milei publicó un posteo en la red social X titulado “PERIODISTAS MENTIROSOS”: “Había creído que una gran parte del periodismo había llegado a su máxima expresión como basura mentirosa con el tratamiento de la reducción de la pobreza. Me equivoqué. Me quedé corto. Se han superado diciendo que amenacé al campo y se fueron al carajo totalmente diciendo que un tweet festejando la internalización del Principio de Imputación de Menger es comparable a la política de Guillermo Moreno poniendo una pistola en la mesa para controlar precios. En definitiva, creo que la gente no odia lo suficiente a estos sicarios con credencial de supuestos periodistas. Si los conocieran mejor los odiarían aún mucho más que a los políticos. CIAO!”.
La gravedad de que un discurso de odio sea propiciado por un primer mandatario se potencia cuando luego el propio Javier Milei se encargó de retuitear decenas de mensajes de odio y difamación a la labor de la prensa, mayoritariamente provenientes de cuentas afines y/o funcionarios de su gobierno.
En algunos de esos reposteos se dijo: “Milei aniquiló periodistas”, “Sicarios mediáticos”, “El periodismo con sed de pauta no tiene límite alguno”.
Por citar algunos:
Agustín Laje: El “periodismo militante” es tan razonable y aceptable como el “asesinato solidario”. Traductor te ama: “No hay ningún tipo de diferencia entre un periodista y un trapito. Ambos lo único que quieren es plata. Y si no se las das; se hacen las víctimas”.
Gordo Dan: “Esta vez no será gratis: pagarán el costo de intentar sabotear el renacimiento de la Argentina muy caro. No les daremos ni un centímetro, porque lo que se juega es el futuro de nuestros hijos, de nuestros nietos, de las generaciones que aún no nacieron y, en última instancia, el futuro de la humanidad completa”.
Fran Fijap: “Cada segundo que pasa se ponen más operadores y mentirosos. Habrá que combatirlos”.
Santiago Oría: “La basura que es el 95% del periodismo argentino. Solo interesados en meter cizaña y veneno, pudrirle el cerebro a la gente, inventando y mintiendo para generar títulos”.
Diego Recalde: “Se les terminó el curro, mandriles. La rebelión de los gorilas llegó para quedarse. El orto rojo fue la clave: nos contó que los rojos siempre te cagan. Por eso, hoy más que nunca: ¡vivan las formas de Milei, carajo!”
FOPEA registra lo sucedido como un nuevo caso de Discurso estigmatizante.