El sábado 24 de agosto, un periodista de Nuevo Diario (Santiago del Estero) estaba cubriendo las alternativas de un procedimiento policial que involucraba a un remisero en estado de ebriedad. El periodista, quien prefiere mantener en reserva su nombre para evitar futuros inconvenientes, estaba grabando el episodio con su teléfono celular cuando fue increpado por un efectivo que le pidió que dejara de filmar. El colega se alejó de la escena, pero continuó grabando, lo que fue percibido por una policía de civil que alertó al primer agente. Éste lo increpó, le requirió su identificación y amenazó con detenerlo. Frente a la negativa del hombre de prensa, lo tomó del brazo y lo llevó hacia el móvil policial. Recién cuando otro miembro de la fuerza de seguridad intervino, el periodista pudo comunicarse con las autoridades del medio, quienes respaldaron su trabajo.
FOPEA registra el hecho como un caso de Restricción al acceso de la información pública | Limitaciones de hecho en la cobertura de asuntos de interés público.