El fallo presenta aspectos muy positivos para el ejercicio profesional del periodismo. Centralmente, advierte sobre lo limitadísimo que debe ser el uso del derecho penal en materia de libertad de expresión. Para ello cita y destaca los amicus curiae de diferentes organizaciones, entre ellas FOPEA, y repasa jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre el tema.
De esta manera deja en claro que se “inventó” una causa penal para perseguir a Irene Benito por su actividad como periodista.
Como organización, marcamos en diferentes oportunidades la virulencia inusitada del ataque hacia la colega donde intervenían jueces y fiscales criticados, incluido el denunciante.
Por ello, al igual que en los casos de Daniel Santoro y Daniel Enz decidimos llevar estos planteos a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtiendo sobre ataques desde el poder político y judicial hacia el periodismo que afectan a la libertad de expresión en Argentina.
Tras la etapa de evaluación, las alertas y recomendaciones de FOPEA fueron incorporadas en el Resumen de las Comunicaciones de las partes interesadas sobre el EPU de Argentina. No son las únicas.
Destacamos en el caso de Irene el acompañamiento de la Dra. Carmen Fontán, quien realizó la formulación del Amicus Curiae considerado en el fallo.
Como señalamos, estos ataques implican procesos largos y dolorosos. No solo en este caso para Irene, sino también para su familia y afectos. Definitivamente es una bocanada de aire fresco, un fallo a favor de la libertad de expresión y del periodismo profesional.